INTRODUCCIÓN
“Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder,
y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los
cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y la altura
sobre todos los que están por cabeza.” 1
Crónicas 29:11.
¿Entiende
lo que implican las palabras “Soberanía de Dios”? En la introducción vimos que
aunque hay mucha maldad en el mundo, la Biblia afirma que Dios está en completo
control de todo. Esto es lo que implican las palabras “Soberanía de Dios”.
Cuando decimos que Dios es soberano, queremos decir que Dios tiene poder
absoluto sobre todo. El es El Supremo, El gran Rey; El es Dios. El hace su
voluntad en el cielo y en la tierra, y no hay nadie que pueda detener su mano y
decirle, “¿Qué haces?”. Cuando decimos que Dios es soberano, queremos decir que
El es el Dios Todopoderoso, que posee todo poder en el cielo y en la tierra y
que nadie puede resistir su voluntad. Este es el Dios de la Biblia.
Frecuentemente,
la enseñanza moderna da un concepto muy diferente acerca de Dios. A menudo
presenta un “dios” impotente e ineficaz, un “dios” de lástima más que un Dios
digno de ser temido. La mayoría de la enseñanza moderna dice que Dios “El
Padre”, quiere salvar a todo el mundo, y que “El Hijo” murió para salvar a
“todos”, y que Dios el Espíritu Santo está tratando ahora de ganar a todos los
hombres en el mundo. Pero, ¿no es obvio que muchas personas estén muriendo sin
haber sido salvas por Cristo, y sin esperanza alguna? Entonces, si muchos
mueren siendo perdidos y si creemos que Dios quería salvarlos a todos,
seguramente el Padre ha de estar desilusionado, el Hijo ha de sentirse
insatisfecho y el Espíritu Santo ha sido derrotado.
No
podemos decir que Dios haya sido sorprendido por el pecado humano, porque esto
bajaría a Dios al nivel de los seres humanos que son falibles y llenos de
errores. Tampoco podemos decir que Dios permanezca impotente ante el
sufrimiento y el pecado en el mundo, porque entonces estaríamos pasando por
alto lo que la Biblia dice: que Dios controla hasta los malos actos que los
hombres cometen. En realidad, si negamos la soberanía de Dios, muy pronto ya no
tendremos lugar para Dios en nuestros pensamientos.
Dios
es completamente soberano. El posee el derecho de gobernar todo tal como El
quiera. Dios es como el alfarero que tiene control completo sobre el barro.
Dios es soberano en la manera en que usa su poder. El lo usa cómo, cuándo y
dónde lo desee. Todo el testimonio de la Biblia afirma esta verdad. Cuando el
Faraón, rey de Egipto, intentó detener a los israelitas para que no fueran a
adorar a Dios en el desierto, Dios usó su poder y los israelitas fueron
salvados, mientras que los egipcios fueron vencidos.
Después,
cuando los israelitas entraron en la tierra de Canaán y encontraron que la
ciudad de Jericó era un obstáculo, Dios usó su poder y los muros de la ciudad
fueron derribados. El poder de Dios salvó a David de Goliat.
Dios
cerró la boca de los leones para que no lastimaran a Daniel. No obstante, en
ocasiones Dios no muestra su poder por un largo tiempo, y entonces repentinamente
lo manifiesta y todos lo pueden ver.
El
poder de Dios no siempre rescata a su pueblo de los peligros. En Hebreos
11:36-37, nos dice como algunos que creyeron en Dios fueron apedreados y aún
muertos, y otros anduvieron errantes cubiertos con pieles de animales y
soportando mucho sufrimiento. ¿Porqué no fueron rescatadas estas personas por
el poder de Dios como las otras? La única respuesta es que Dios es soberano en
la manera en que usa su poder. El hace lo que sabe que es mejor.
Dios
es soberano también en la manera en que concede su poder a otros. Concedió
poder a Matusalén para que viviera más tiempo que ningún otro. Dios concede a
algunos la capacidad para ganar mucho dinero, pero no hace a todos ricos. Esto
es debido a que Dios ejerce su soberanía al conceder su poder a las personas.
El no concede el mismo poder a todos.
Dios
es soberano también en el otorgamiento de su misericordia. Cuando Jesús fue al
estanque de Bethesda en Jerusalén, había muchos enfermos allí y entre ellos
estaba un hombre que había estado enfermo por treinta y ocho años. Juan
capítulo 5 nos dice que Jesús dijo a este hombre, “Levántate, toma tu
lecho y anda” (ver. 8). De inmediato el hombre fue sanado; levantó su
lecho y se fue. Ahora, ¿Porqué fue sanado este hombre en particular?
No
nos dice que fuera debido a que merecía ser sanado. Es decir, la misericordia
de Dios se manifestó en él de una manera soberana, porque Jesús pudiera haber
sanado a toda la multitud tan fácilmente como lo hizo con este hombre. Pero
Jesús usó su poder divino para sanar a un solo hombre. Dios es soberano en la
manera en que otorga su misericordia. El muestra su misericordia como a El le
place.
Dios
es soberano en la manera en que muestra su gracia. La gracia es el favor divino
mostrado hacia aquellos que no lo merecen (sino que por el contrario, merecen
ser enviados al infierno). La gracia es lo opuesto a la justicia, puesto que la
justicia nos da sólo lo que merecemos. La gracia es la bondad de Dios hacia las
personas que no la merecen, puesto que ellos han odiado y desobedecido a Dios y
su ley.
La
gracia es un don (un regalo) de Dios, de tal manera que nadie puede exigirlo
como si fuera un derecho, porque entonces dejaría de ser gracia. Dios no debe
su gracia a nadie, sino que la concede a los que El quiere por su propia
soberana voluntad. Podemos regocijarnos en esto, porque los pecadores son
salvados por gracia. Esto significa que la persona más pecaminosa puede ser
alcanzada por esta gracia. La gracia excluye toda jactancia humana y le da a
Dios toda la gloria de la salvación.
Casi
cada página de la Biblia nos recuerda que Dios es soberano en el otorgamiento
de su gracia. Cuando Jesús nació, las buenas nuevas no fueron anunciadas a todo
el mundo, sino que fueron dadas a los pastores en Belén y a hombres sabios del
Oriente. Dios pudiera haberlo dicho a todos pero no lo hizo, porque El es
soberano en la forma en que ejerce su gracia.
¿Se
fija usted en que Dios ha otorgado su gracia a personas con poca probabilidad de
ser alcanzadas? El la mostró a los pastores y a hombres que ni siquiera eran
judíos. Frecuentemente, desde aquel entonces hasta el día de hoy, Dios ha hecho
exactamente lo mismo, mostrando su gracia a las personas más despreciables e
indignas. ¿Le ha mostrado a usted Su gracia?
Hemos
visto que todo en la Biblia nos dice que Dios es soberano. En el próximo
capítulo veremos que todas las cosas que Dios ha creado también nos muestran
que El es el Dios soberano.
TEXTOS BIBLICOS:
“Mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y
actuará.” Daniel 11:32.
“Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos
que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:8-9.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y
de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son tus juicios, e inescrutables tus
caminos!” Romanos 11:33.
“El hace todas las cosas según el designio de su
voluntad.” Efesios 1:1. “Porque
de él, y por él, y para él, son todas las cosas...” Romanos 11:36
“Y dijo David: Bendito seas tu, oh Jehová, Dios de
Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. Tuya es, oh Jehová, la
magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el
reino, y tu eres excelso sobre todos.” 1ª Crónicas 29:10-11
“La cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y
solo soberano, Rey de reyes, y Señor de señores.” 1
Timoteo 6:15.