INTRODUCCIÓN
“Conocidas son a Dios desde el siglo todas sus
obras.” Hechos 15:18
En
la lección 5 vimos que Dios el Padre es soberano en la salvación. El concede el
don de la fe para que las personas puedan creer. Dios da esta fe sólo a
aquellos que El ha escogido y sin lugar a dudas tiene el derecho de actuar como
y cuando quiere en este asunto.
Ahora,
en este capítulo mostraremos que Dios el Hijo es también soberano en la
salvación. Hay quienes predican que Cristo murió para hacer que la salvación
del pecado fuera posible para todo el mundo. Pero esto no puede ser verdad
porque Jesús mismo dijo que El daría vida eterna sólo a aquellos que le fueron
“dados” por el Padre. Fíjese en las palabras de Jesús en Juan 17:2, “Como le has dado potestad sobre toda carne,
para que dé vida eterna a todos
los que le diste.”
Muchos
pasajes en la Biblia enseñan que Cristo murió solamente por aquellos que Dios
escogió. Veamos algunos de estos pasajes. Hemos visto que antes de la fundación
del mundo, Dios escogió un pueblo para ser salvado. La Biblia enseña que Cristo
vino al mundo para hacer la voluntad del Padre. En Juan 6:38 leemos las
siguientes palabras de Jesús: “Porque
he descendido del cielo, no para hacer
mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió”.
También
Jesús habló del pueblo que Dios le había dado en Juan 17:6 diciendo: “He manifestado tu nombre a los hombres que
del mundo me diste; tuyos eran
y me los diste...” Está claro entonces que, Dios ha escogido a ciertas
personas para ser salvas, y que Jesús haciendo la voluntad de Dios, murió para
llevar a cabo la salvación de ellos.
Otro
punto que debemos considerar es el siguiente: cuando Jesús murió, él tomó el
lugar de los pecadores culpables y sufrió en lugar de ellos, a fin de que ellos
no tuvieran que sufrir el castigo por sus pecados. Si Jesús hubiera sufrido y
muerto en el lugar de todos, entonces nadie tendría que sufrir por sus pecados.
Es decir, Dios siendo justo, no podría exigir dos pagos por los mismos pecados,
viéndose obligado a dejar libres a todos.
Pero
la Biblia habla de personas que mueren en sus pecados y a ellos Jesús les dice:
“Apartaos de mí malditos, al fuego
eterno...” (Mat.25:41). Resulta claro entonces que Jesús no murió por
todos, porque hay algunas personas que recibirán la maldición de Dios y tendrán
que sufrir por sus pecados.
¿(Nota:
También debemos tomar en cuenta el hecho de que muchas personas ya estaban en
el infierno antes de que Cristo viniera y muriera.
Está
claro que Cristo no hizo nada para salvar a aquellos que ya estaban perdidos
antes de su venida.)
Vemos
en Hebreos 9:24 que Cristo Jesús “entró
en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios”.
También en Hebreos 7:25 dice, “Que
Cristo puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos”. Fíjese que Jesús no está intercediendo a favor de
todos, (como también nos dice Rom.8:34),
que Cristo intercede sólo a favor de los escogidos.
Cristo
afirma este mismo punto cuando
dice en Juan 17:9, “Yo ruego por
ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste.” En el Antiguo
Testamento el sumo sacerdote
ofrecía un sacrificio por los pecados del pueblo y luego intercedía delante de Dios en favor de este
mismo pueblo. En una forma semejante, Cristo
ha hecho el sacrificio de sí mismo por los pecados de todos aquellos que el Padre ha escogido, y ahora
como su sumo sacerdote él intercede por
ellos en el cielo. Así que, puesto que Cristo intercede sólo a favor del pueblo escogido de Dios, esto quiere
decir que murió sólo por ellos.
En
Juan 6:44 Cristo dice: “Ninguno puede
venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere...” También dice lo
mismo en 6:65, “Ninguno puede venir a
mí, si no le fuere dado del Padre”. Esto enseña que es el poder divino lo que hace que el pecador
esté dispuesto a acudir a Cristo y que por naturaleza, todos están indispuestos a venir. Sabemos que
algunas personas nunca vendrán
a Jesús. ¿Porqué no vienen?
Algunos
responden que Jesús nunca forza
a nadie a recibirle como salvador. En cierto sentido esto es verdad, pero en otro sentido,
está completamente equivocado. Cristo tiene
el poder para hacer que la gente venga a él, porque él es Dios mismo, el Todopoderoso. Una razón por la
cual muchas personas no vienen a Jesús
es porque Cristo no tuvo el propósito de salvarlas. Cristo tuvo la
intención de salvar sólo a
aquellos que Dios había escogido. El usa su divino poder para hacer que estas personas en particular estén dispuestas a
recibirle como Señor y
salvador.
Cristo
afirmaba esta enseñanza en muchos textos. Por ejemplo, Cristo dice en Juan
6:37, “Todo lo que el Padre me da,
vendrá a mí.” En Juan 10:26 dice, “Mas
vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas... mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco y me
siguen; y yo les doy vida eterna”.
En
Juan 5:21 dice que “Como el Padre
levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da
vida”. En Mateo 11:27 Cristo dice,
“Nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo,
y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.”
En
Mateo 1:21 dice, “Llamarás su nombre
JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Jesús mismo dijo
en Mateo 20:28 que vino para
dar su vida en rescate por “muchos”. Fíjese que no dice que vino a dar su vida en rescate por todos. Mateo
26:28 dice: “Esta es mi sangre del nuevo
pacto que por muchos es derramada para remisión de los pecados”.
En
Juan 10:11, Cristo afirma que pondrá su vida “por las ovejas”. Efesios 5:25 afirma que Cristo se entregó a sí
mismo por “su Iglesia”. Hebreos
9:28 declara que “Cristo fue ofrecido
una sola vez para llevar los pecados de muchos”. También vemos lo mismo en el Antiguo Testamento, en
la profecía de Isaías capítulo 53 dice: “Habiendo
él llevado el pecado de muchos”
(ver.12). “Por la rebelión de
mi pueblo fue herido” (ver. 8). “Con
su conocimiento justificará mi siervo
justo a muchos, y él llevará las iniquidades de ellos” (ver.11).
Finalmente,
vamos a fijarnos en algunos textos de la Biblia que parecen enseñar que Jesús
murió por todos los hombres sin excepción. Al leer cuidadosamente estos textos
nos daremos cuenta que realmente no enseñan tal cosa. En 2 Cor.5:14 dice que
Jesús murió “por todos”. Pero si leemos el versículo 15, podemos ver que
“todos” se refiere a “todos” los creyentes.
Al
decir, “uno murió por todos”, indica que Cristo murió por todos los suyos. En 1
Tim.2:6 dice que “Cristo se dio a sí
mismo en rescate por todos”.
Pero la Biblia usa la palabra “todos” en varias maneras: A veces significa
“algunos de cada clase”, otras veces la palabra “todos” puede significar “cada
uno de una clase en particular” o “toda clase de personas”.
En
este pasaje significa que Jesús murió por todas clases de personas, ricas y
pobres; poderosas y débiles. Ya hemos visto otros pasajes que enseñan
claramente que Cristo murió por todos los elegidos de Dios. Otro versículo en Heb.2:9
nos dice que “Por la gracia de Dios,
Cristo gustase la muerte por todos”.
Pero enseguida, declara que “todos” son solamente los hijos de Dios. (El
versículo 10 se refiere a muchos hijos, el versículo 11 los llama “hermanos”,
el versículo 13 habla de “los hijos que Dios me dio”, el versículo 16 los llama
“la simiente” de Abraham y el versículo 17 dice que “Cristo murió para expiar los pecados del pueblo”).
Entonces,
ya hemos visto que la Biblia señala claramente que el Señor Jesús murió por
aquellos que el Padre escogió para salvación. No hay límite ni en el valor ni
el poder de la salvación de Dios, pero en su soberanía, Cristo ha asegurado que
esta redención sea aplicada solamente al pueblo que Dios escogió. Por lo tanto,
¿puedo hacerle una pregunta muy importante?
¿Es
usted una de las personas elegidas por Dios? ¿Le ha salvado Jesús? Nota del
Traductor: Algunos se oponen a la idea de que Cristo murió solo por los
creyentes basándose en los textos que usan la palabra “mundo” o la frase “todo
el mundo”. Un estudio profundo del uso de la palabra “mundo” en el Nuevo
Testamento revela que la palabra “mundo” (griego =“kosmos”) es usada en las
siguientes formas:
1. Para referirse al universo
entero, vea Hechos 17:24, Efesios 1:4 etc.
2. Para referirse a la
tierra, vea Juan 13:1
3. Para referirse a la
mayoría de los hombres, vea Romanos 1:8
4. Para referirse al Imperio
Romano, vea Lucas 2:1
5. Para referirse a los hombres
malos (los incrédulos), o sea el “mundo” de los incrédulos, vea Juan 14:17. 1
Juan 5:19 etc.
6. Para referirse a los
creyentes (al “mundo” de los creyentes), vea Juan 6:33, 2 Cor.5:19 etc.
7. Para referirse al mundo
como un sistema corrupto, vea 1 Juan 2:15-17.
8. Para referirse a los
gentiles en contraste con los judíos, vea Romanos 11:11-12.
Entonces,
no debemos caer en el error de pensar que el mero uso de la palabra “mundo”
signifique que Cristo murió por todos y cada uno de los hombres en el mundo.